La mañana devengó rojiza, como si fuese la continuidad de un amanecer perezoso que se negase a desaparecer. Los verdes campos de Avelorn presentaban un aspecto fantasmal; una densa niebla se había apoderado de todos los rincones y tan sólo los seres mas valientes se atrevían asomar su nariz para respirar el ambiente. El rumor había corrido rápido como la pólvora, la Sacristía de Ghrond había caído bajo el yugo de la alianza de la Destrucción. Durdor que afilaba desde muy temprano su hacha de batalla, no tenía el humor muy despejado, la noticia había afectado sobremanera a los habitantes de XXXXXXX, campamento de batalla provisional donde se reunían los pocos hombres, elfos y enanos que quedaban sobre la zona para hacer frente a la fuerza hostil. Y éste hecho había acabado por colmar su paciencia; eran ya muchos días de inactividad en espera de refuerzos, ¡había que hacer algo ya!, pensó.
Niklaus, sacerdote rúnico, enviado por el emperador, para impartir justicia y la palabra de dios ante los infieles que atacaban Ulthuan, con una empatía propia de los de su clase, tenía la certeza que era el momento de hacer algo y, sin pensárselo ni un segundo, se alzó sobre una cuádriga élfica que estaba sin corceles y gritó: - Hermanos!!!, sí lo sé, las noticias no son buenas, de hecho son peores que ayer, cuando ayer pensábamos que ya no podía pasar nada peor. Pero con nuestro coraje y la palabra de nuestro señor Sigmar, podemos hacer grandes cosas para frenar el mal que asola nuestros hogares. No quiero caer en indisciplina y no seguir esperando esos refuerzos que a buen seguro han de llegar. Pero qué indisciplina sería si un pequeño grupo de guerreros saliera a explorar para recoger información, yo me pregunto. Acaso esos guerreros incurrirían en pecado si en su pequeña incursión de exploración le hicieran ver la luz del orden al enemigo. Yo contesto ¡No!. -¡No!- Corearon otras voces a su vez.
-Por todo ello-, siguió Niklaus- qué humano, elfo o enano se alzará hoy para tomar las armas y compartir conmigo esa misión de exploración.
-¡Por Valaya que aquí hay un enano dispuesto!, gritó Durdor.
-Hermano, como tú, también yo he escuchado la llamada de Signar. – Dijo Zarmm, otro sacerdote guerrero allí persente.
Y así, hasta que se formó una media docena de guerreros dispuestos a la lucha. Fue de esa manera como se formó la Comunidad del Webillo (en adelante CW).
Antes de partir, sombríos trajeron la noticia al campamento que la destrucción se estaba dirigiendo al campamento de los rebanaleñoz, conquistado anteriormente por las fuerzas del orden, por lo que decidieron acudir raudos a la fortaleza Pozo de Qhaysh, sita en Saphery, puesto que seguramente sería el siguiente objetivo de las fuerzas oscuras invasoras.
Al llegar, el panorama que se encontró nuestra CW fue desolador, la fortaleza sólo disponía de una pequeña dotación élfica para su defensa. – Decían las noticias que las fuerzas enemigas en la zona son legión-, dijo Durdor. –Que Dunzz, nuestro sombrío, vaya a su intercepción y nos informe de su número, contestó Zarmm.
Así pues, Mientras los 11 miembros restantes se preparaban para la defensa, Dunzz se dirigió a explorar. Cuando Dunzz se los encontró no se pudo creer lo que veían sus ojos. Como alma que lleva el diablo cogió su corcel élfico y volvió rápido como el viento. Al verlo llegar les abrieron la puerta de la fortaleza y en el patio de armas gritó:- ¡¡SON LEGION!! Nos superan en número mínimo 4 a 1..
Un profundo escalofrío recorrió la espina dorsal de alguno de los miembros de la CW. -¡No tenemos nada que hacer!- dijo uno. -¡La fortaleza ya está perdida!, afirmó otro.
Durdor al ver que el desánimo se apoderaba de los miembros de la misión dijo: - Llegará un día en que el corazón de un enano se acongoje ante la presencia del enemigo, ¡PERO HOY NO ES ESE DIA!. Otro le contestó- xdd.
Y Durdor dijo seguidamente- y así mismamente hasta el final como Aragorn en la Biblia. Y otro dijo, - Aragorn no es de la Biblia sino del Senor de los Anillos. Y Durdor le dijo- ¡Pues eso coño, de la Biblia!
Fue entonces cuando NiKlaus dijo,- ¡Tiene razón! Aunque sólo sea para tocarles los cojones!!!!
Y fue cuando toda la CW al unísono gritó, aulló, llamando al enemigo para que viniera a encontrarse con su acero.
Continuará...